La ¿victoria? Pulpin
Mientras los “pulpines” celebran haberle ganado al gobierno, en realidad son otros los que siguen ganando y aprovechando políticamente la coyuntura
Luego de la euforia juvenil desatada por la derogatoria de la ley Pulpin, vale preguntarse ¿Realmente han ganado los jóvenes?. En el balance general no. El que ha ganado es el estatus quo, porque el problema de fondo no ha sido resuelto (el desempleo juvenil es del 18%, el más alto de Latinoamérica), ni tampoco se ha generado la conciencia en la opinión pública de que se necesita una reforma general del actual sistema laboral peruano.
Entonces mientras los “pulpines” celebran haberle ganado al gobierno, en realidad son otros los que siguen ganando y aprovechando políticamente la coyuntura para sus propios fines.
1. Como en otras latitudes del mundo, las redes sociales han demostrado su poder de convocatoria, pero como en todas adolece de lo mismo, de un liderazgo visible, firme e identificable. Aquí no se ha saltado a la palestra ninguna Camila Vallejo como en Chile, no se ha creado conciencia sobre la precariedad del trabajo juvenil mal remunerado y escaso, ni estas protestas han generado una necesaria reforma laboral. Derogada la ley, muerta la protesta y por ende, la fuerza juvenil disuelta hasta nuevo aviso. Una oportunidad perdida.
2. En año pre-electoral era bastante lógico que los congresistas que apoyaron la ley inicialmente, se retractaran cuando la norma se volvió impopular. Pragmatismo político le llaman. Sin embargo, esto no quiere decir que hayan cambiado de idea, simplemente aprovecharon la oportunidad para quedar bien frente a su electorado de cara a las elecciones del 2016. Ojo la idea de la ley no está muerta, simplemente descansa en espera de una nueva oportunidad.
3. Le resto seriedad a la protesta juvenil la palabra “Pulpin”. Basta nada más observar las redes sociales y los canales de televisión y percatarse la manera en que se emplea este apelativo y como es percibido en la opinión pública. ¿Chibolo Pulpín que se respeta, estará preparado para debatir, dialogar, hablar en público, argumentar su posición en contra de cualquier ley que vulnere los derechos fundamentales del ser humano? Lo dudo, Chibolo Pulpin preferirá jugar Dota.